C I N E T E C A V I D A
Presenta
TEMPORADA 2013 – CICLOS DE CINE
Boulogne Sur Mer 549 (teatro IFT) Tel. 49 63 75 91
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Martes 18 de Junio a las 20:15 hs.
MICHEL PETRUCCIANI
Dirección: MICHAEL RADFORD
Título original: Idem / Guión: Michael Radford / Fotografía: Sophie Maintigneux / Sonido: Oliver Le Vacon /
Montaje: Yves Deschamps / Productor: Gunnar Dedio, Martina Haubrich, Serge Lalou, Bruce Marks y
Andreas Stucovitz / Coproductores: Alexandre Petrucciani y Roger Willemsen / Productora: Le Films d’Ici,
Looks Filmproduktionen y Partner Media Investement /
Origen: Francia / Año: 2011 / Duración: 102 minutos.
Reparto: Michel Petrucciani, Alexandre Petrucciani, Vanesa Guide, Aldo Romano, Frank Cassenti, Joe Lovano,
John Abercrombie, Charles Llyod, Francis Dreyfus, Ron McClure, Roger Willemsen, Marie Laure Roperch,
Tony Petrucciani, Erlinda Montano y otros.
(…) Michel Petrucciani sufría de una extraña enfermedad ósea que lo condenó a ser extremadamente pequeño, no llegando al metro de altura. Sin embargo, eso no le impidió que desarrollara sus habilidades musicales y se convirtiera en un virtuoso pianista de jazz capaz de romper barreras. Su sensibilidad a la hora de interpretar, lo convirtió en una leyenda. El realizador Michael Radford (El cartero y Orwel 1984), que dirige y escribe esté documental, se acerca a la figura del músico francés, que falleció en 1999, para rendirle homenaje a través de imágenes de archivo y de entrevistas a aquellas personas que lo conocieron y formaron parte de su vida. Su siempre constante espíritu de superación le llevó a no rendirse jamás a la hora de conseguir sus sueños, y la música se convirtió para él en la forma de escapar de sus problemas físicos y expresar su verdadera interioridad a través de sus habilidades genuinas, a pesar de todas las barreras que tuvo que romper para conseguir ser respetado. (…)
(…) Michel Petrucciani era un hombre sorprendente y original, tanto por la naturaleza de su condición física, como por su talento musical. Esta es la historia de cómo logró fama y fortuna gracias a una voluntad indomable y a la fuerza de su personalidad. Si la definición de grandeza es la consecución de algo que parece estar por encima de cualquier aspiración humana, entonces Michel Petrucciani la encarnaba.
Nacido con osteogénesis imperfecta y con una altura de apenas un metro al alcanzar la edad adulta, Michel Petrucciani superó grandes obstáculos para convertirse en un artista de jazz de fama internacional.
Tras dar su primer concierto a la edad de 13 años, vivió un ascenso meteórico, llegando a tocar con los mejores músicos de jazz del mundo. A lo largo de su vida vendió más de 1,5 millones de álbumes en todo el mundo y dio cientos de conciertos en las ciudades más importantes del planeta.
Sirviéndose de las numerosas entrevistas que dio y enlazando material de archivo, Michel Petrucciani cuenta la sorprendente historia de un hombre impulsado por unas insaciables y devoradoras ansias de vivir y de disfrutar de todo lo que la vida puede ofrecer: viajes, mujeres, arte... Una fuerza de la naturaleza de extraordinario talento que venció una minusvalía devastadora para convertirse en un auténtico gigante de la música. (…)
*** Alexandre Petrucciani opina de su padre Michel Petrucciani
Para mí es mi padre, mi héroe, mi modelo a seguir, mi orgullo y mi fuente de coraje, pero ¿y para el resto de la gente? Quizá esperanza, un sentimiento, una emoción compartida o lo que llamamos “talento”. Entonces yo era demasiado joven para entender quién era realmente.
Me preguntaba por qué tocaba él solo ante miles de personas y por qué teníamos que permanecer sentados durante dos horas. Estaba acostumbrado a verle sentado al piano, y lo único que tenía que hacer era jugar en el suelo del salón, donde solía componer, para oír un recital. Hoy entiendo lo afortunado que era por tener un padre con semejante talento. Su música no se limita al jazz. Es una música abierta, abierta a todo y a todos. Para apreciar un determinado estilo musical, debes entenderlo: las frases, el ritmo, la melodía. En el jazz este principio es incluso más importante dada la arquitectura codificada de llamada y respuesta entre los músicos. En la manera de tocar de mi padre esta complejidad se desvanece. Dejamos de escuchar jazz para escuchar una música completa. No notamos los años de duro trabajo que le llevó llegar ahí, todo parece fluido y sencillo.
Sin embargo, mi padre no se consideraba un pianista consumado. Nunca estaba satisfecho, a pesar de que algunos consideraran que había alcanzado un nivel prácticamente inalcanzable, como un lejano faro.
Nunca creyó haber alcanzado el puerto. Para mí, ese era su mayor talento: siempre intentó llegar más lejos, seguir mejorando. Siempre trabajó para acercarse más y más a una meta situada en el infinito.
Cuando me piden que hable de mi padre hoy, sigo viéndolo con los ojos de un niño. Era alegre, muy tranquilo y con una perpetua sonrisa. La vida no le reservó la mejor baza para triunfar, pero su coraje y su optimismo hicieron que nunca se diera por vencido. Se las apañó para extraer de la vida el buen humor y la alegría cadenciosa que oímos en la mayoría de sus composiciones.
La música es un lenguaje, una infinidad de palabras y matices que nos permiten compartir, hacer saber al mundo lo que alberga nuestro espíritu y nuestro corazón. Nos permite conocer mejor a una persona porque es la expresión de sus sentimientos, de sus anhelos más profundos.
Cuando escucho la música de mi padre hoy en día, siento su felicidad, pero también un pasado repleto de melancolía y esperanza, una batalla entre la alegría y la tristeza, una batalla que todos compartimos. Creo que el mensaje que mi padre quería transmitir era de coraje y esperanza. Todo es posible si buscas la manera de hacerlo, y el ser humano no tiene límites. No importa si naces alto, bajo, guapo o feo, uno puede conseguir lo que quiera con voluntad y trabajo.
Michel es el ejemplo perfecto de ello. Si de mí dependiera, esa es la lección por la que me gustaría que el público le recordara, más incluso que por la belleza e intensidad de su música. Pero para el resto de gente, ¿quién fue Michel Petrucciani? (***Extraído de "Michel Petrucciani", de Benjamin Halay)
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MICHEL PETRUCCIANI
Fue un pianista excepcional y compositor de jazz francés.
(28 de diciembre de 1962, Orange, Francia - 6 de enero de 1999 Nueva York, EEUU)
PROXIMAS FUNCIONES
Martes 25 de Junio
CARTAS DE UN HOMBRE MUERTO
de Konstantin Lopushansky
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