sábado, 10 de noviembre de 2018

HORA DE AVENTURAS ENTREVISTA A Ana Katz EN EL 34 MDP Film Fest

HORA DE AVENTURAS

La directora argentina estrena en el Festival Sueño Florianópolis, otra película clave en su filmografía que tiene como protagonista a una familia argentina de vacaciones en el país vecino en plena década del noventa. Mercedes Morán y Gustavo Garzón encarnan a un matrimonio en plena crisis que toma al viaje como prueba y experimento para salir de la rutina.


¿Por qué era importante ambientar la historia de Sueño Florianópolis en el pasado, más exactamente en la década del noventa?
Resultado de imagen para Sueño FlorianópolisLos noventa son un pasado cercano y a la vez remoto, una especie de negación colectiva previa al desastre que se vivió después, en 2001. Cuando escribíamos el guion con Daniel Katz, pensábamos mucho en recuerdos de esa época, de viajes que habíamos hecho en familia, en nuestra adolescencia. Viajar era una aventura más desconcertante antes de Internet. Existía en la clase media la pretensión de las vacaciones largas, con otro ritmo y una pila de libros para leer, aunque después sólo hicieran de almohada en la playa. Se alquilaba la casa recién al llegar a un lugar, la gente se desencontraba, los autos se rompían. La gente “se iba” de verdad cuando salía de vacaciones. Desde la época actual, la película se resignifica. Aparece en mí una tercera lectura. Cuando la viví, cuando la escribimos, y ahora que se estrena y miro con ojos asombrados lo que pasa en ambos países. La melancolía de mi mirada es mayor ahora. Había todavía bastante que rescatar.

La película juega mucho con los idiomas y la dificultad de entenderse entre los argentinos y los brasileños, ¿qué hay en esa incomunicación constante?
La película tiene español, portugués y portuñol. Es la pesadilla de los traductores. Para mí este encuentro de distintas lenguas enriquece la relación entre los personajes. Hay juegos constantes de palabras, que crean sentidos absurdos, chistosos o insignificantes, según como quiera pensarse. Nada mejor que usar palabras para contradecirnos a nosotros mismos, para quedar expuestos. Los personajes están, en esta película, ilusionados tímidamente con la idea de libertad. El portuñol se construye mientras ellos se confunden, así que tal vez de esa incomunicación surge a veces una expresión más genuina.

Para encontrarse, los personajes deben atravesar los paisajes de Florianópolis: cruzar ríos, trepar morros. Todo es un gran esfuerzo. ¿Por qué tus personajes, ante la frustración y el silencio del otro, insisten?
Qué graciosa la pregunta. El movimiento es como un reflejo para mí. A partir de los movimientos de los personajes se genera una historia. El silencio, la frustración, son conflictos. Pienso que los conflictos son como la fuerza de rozamiento, que produce desgaste pero también energía. El personaje de Lucrecia se mueve, el de Pedro se mueve y, mientras, van viendo lo que sucede con sus experimentos.

Sueño Florianópolis tiene muchos puntos en común con tu filmografía anterior, pero al mismo tiempo presenta un gran cambio: el tono. Esquiva la comedia, inaugurando un tono extraño, difícil de definir. ¿Cómo lo definirías vos y cómo fue la búsqueda y encuentro de ese tono?
No lo sé. Nunca me ocupo expresamente del tono. Pienso que surge de la unión de las distintas personas que hacemos una película. Por cierto, en este caso el equipo fue fabuloso, de una mirada tan sensible, tan franca. Me siento muy agradecida con todos ellos. Así y todo, ojo. Muchos dicen que de mis películas es una de las más graciosas. En fin, para mí eso varía mucho en cada proyección, o en cada espectador. Hay momentos que a mí me resultan muy graciosos, aunque estén cargados de una especie de dolor suave.

La familia como sistema es central en tu obra. Sueño Florianópolis no es la excepción pero en esta película se percibe menos romanticismo por la idea de familia como soporte afectivo. Es un relato más doloroso y desolador que los anteriores. ¿Lo ves así? ¿Sentís un cambio en la mirada y construcción del funcionamiento de la familia?
¿La familia como la unión de lazos de afecto o la familia como institución? Reconozco que a medida que pasan los años, las instituciones que funcionan como eje de nuestra sociedad me resultan cada vez más sospechosas. En Mi amiga del parque sospechaba de ese pedido tácito de alejar a las madres de la aventura, de las alianzas femeninas hacia la acción. En Sueño Florianópolis sospecho de la familia envasada, de la que se construye desde los moldes. Sin embargo, creo que los personajes de esta película se quieren profundamente, aunque no sepan adquirir una forma aceptada, permitida desde afuera. Quizás el problema que tienen es justamente que se quieren, pero no saben cómo encajar dentro de las formas que conocen. Por eso transcurre en las vacaciones, como ese período amable para desensillar de ellos mismos, al menos por unos días.

Sueño FlorianópolisAna Katz
Argentina / Brasil, 2018
103’ / DCP / Color

Fuente: http://www.mardelplatafilmfest.com/es/noticia/hora-de-aventuras/1203 

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